lunes, 9 de febrero de 2009

ESQUIZOFRENICOS ESOS LOCOS DE LA VIDA

Los esquizofrénicos, esos locos solitarios de los que nadie quiere ser amigos ni tener ninguna relación. Claro que de todo hay, también hay gente que los apoyan con su amistad y ayudan con sus consejos. Pero por lo general y cosa que he visto con frecuencia, es por ejemplo, alguien que conoce a una persona con esquizofrenia, habla con ella en la intimidad o en algún bar que se encuentran, pero si este alguien va con sus amigos por la calle y se cruza con la persona esquizofrénica trata de evadirlo como si no lo hubiera visto. Y si esta persona lo saluda a pesar de sus enormes esfuerzos por evitarlo y los amigos le preguntan quién es, el solo contesta algo así como: no, si solo lo conozco de vista. Si a esta persona con problemas esquizofrénicos le da por ir a hablar con él, y sus amigos le preguntan de qué lo conoce o si es su amigo, él puede contestar algo así como que solo lo conoce porque tienen un amigo en común y una vez coincidieron y hablaron y desde entonces cada vez que lo ve se para a hablar con él, pero que es un pesado.

De lo que se trata es de que no suelen tener amigos con los que salir o relacionarse porque no los consideramos normales y en cierto modo no lo son, debido a la enfermedad que enfrentan. Pero mirado de otro modo es una enfermedad más como una bronquitis o un cáncer que necesitan de tratamiento. Sin embargo nos es más fácil acercarnos a personas con enfermedades físicas graves como cáncer, porque la gente nos vera como personas que nos interesamos por la gente enferma, daremos imagen de solidarios, porque nos importa demasiado lo que los demás piensen de nosotros, y por ese mismo motivo no queremos que nos relacionen con personas enfermas de esquizofrenia, por miedo a que piensen que también nosotros padecemos algún tipo de enfermedad mental o depresión. Y ese es en definitiva nuestro problema los prejuicios.
Cuando yo tenía 16 años, un amigo mío cayó enfermo con depresión y estuvo como un año sin salir de su casa y con tratamiento psiquiátrico. Yo quería ir a verlo, pero mis amigos me decían que sus padres no querían que nadie fuera a visitarlo, así que me retuve, pero como a los ocho meses fui a visitarlo y la verdad que estaba muy mal, la expresión de su cara no era la misma, había cambiado, era una expresión triste y ausente. Yo seguí visitándolo varias veces a la semana, hasta que un día logré que saliera conmigo a dar una vuelta y así conseguí que empezara a salir todos los días. Con los años este chico fue mejorando. Hoy día después de 21 años lleva una vida muy normal, trabaja en el bar de su padre y se relaciona con mucha gente. A través de él conocí a dos personas más con el mismo problema y yo salía a caminar por la playa con ellos durante el día y algunas noches salíamos de marcha. Más en la intimidad yo les preguntaba por lo que sentían y experimentaban a través de su enfermedad y ellos me hablaban de sus miedos y fobias y de la soledad y tristeza que sentían de continuo. Yo les daba consejos y ánimos, y me agradaba mucho el sentir como mi compañía y ayuda les hacía sentir bien, y el ver que con el paso del tiempo se habrían más a mí y a la sociedad.

Desde aquí deseo animar a todos aquellos que lean estas líneas a que si conocen a alguien con este tipo de enfermedad que lo ayuden y apoyen, porque son personas que se sienten muy solas y necesitan amor y amistad.

2 comentarios:

  1. No tengo ese tipo de problema exacto; pero sí hice tratamiento mucho tiempo por depresión, autoflagelamiento y en definitiva; mi problemita es "bipolaridad" / Soy bipolar y no me da vergÜenza decirlo, porq es parte de mí, va conmigo. / Lo que decis es verdad: la tristeza, el dolor, el sufrimiento no sé si tiene cura, pero sí una buena compañía de un amigo ayuda mucho. / Un buen amigo, uno de verdad, porq a veces estamos rodeados de muchas personas y sin embargo, nos sentimos vacíos. / Un beso!!

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  2. Es cierto que hay exclusión social, sobretodo por ignorancia. Grandes genios, padecieron esquizofrenia. No se necesita de la piedad de nadie. Es una enfermedad que también abre las puertas al cielo, a lo eterno y lo profundo.

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